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historia de hannah la marciana, lecturas, los tiempos antiguos, narrativa española actual, novela histórica, novelas de aventuras
Cuatro mujeres, tres hombres, dos parejas, una flor, multitud de tribus, niños…
Los hombres prehistóricos, los cazadores de las llanuras; los sumerios, fenicios y romanos de los que nos habla la historia; los que conquistaron continentes y los que pusieron en marcha la actual era de las máquinas…
Novelas de aventuras, historias de muchachas, batallas medievales…
Egipto, Fenicia, Roma, Europa, las selvas de América, los océanos del mundo y el transcurrir de los siglos…
Bosques ardiendo, galeones y carracas, la luna llena, música para viajar…
EL PASADO REMOTO
Flor junto a una cascada
Omómidos en un bosque
Australopitecos en las orillas de un lago
Neandertales en una cueva
Nómadas en la llanura amarilla
Recolectores en una aldea
EL PASADO CERCANO
Guerreros entrando en una ciudad
Tirios hacia la Puerta de Melcart
Romanos en la urbe
Bárbaros atravesando una cordillera
Hueste cristiana en las cruzadas
Cortejo en la selva
Niños en Venecia
LA ACTUALIDAD
Homo ludens en acción
Mutantes en la exosfera
La tierra de mis antepasados quedó atrás. Allí se quedaron mis padres y mis hermanos, los hermanos de mis padres y sus hijos, junto a los campos del cereal que por entonces nacía. Los hombres de corazas negras surgieron de improviso tras las lomas, y como vivíamos en despoblado, alejados de la más cercana ciudad, y en nuestra aldea, junto a la costa, no existían riquezas, nos considerábamos a salvo de peligros diferentes a los que suponen no pagar los diezmos. Los ululantes hombres de negro se arrojaron sobre nosotros y cautivaron a quienes no pudimos ponernos a salvo. Yo era una niña de pocos años y no les costó arrastrarme por el cabello y colocarme fuera del alcance de mis desesperados familiares. Algunos de mis parientes, que casi todos lo éramos en aquel lugar diminuto de nuestro estuario pródigo en peces, sufrieron idéntica suerte, y durante varios días pude escuchar sus desgarrados ayes y lamentos en jaulas vecinas a la mía, pero luego llegaron los barcos de los traficantes y no supe más de ellos. El lugar en el que nací está en la dirección por la que aparece el sol en verano, lo sé bien. Yo pertenezco a un pueblo de impronunciable nombre, pescadores con redes en las orillas de un lago tan grande que si tuviéramos que recorrer sus orillas, no tardaríamos menos de varias lunas.
Luego vino el largo viaje por el mar a veces tempestuoso que nunca había visto, agua sin fin sobre la que navegan los grandes y negros barcos de mis dueños, flotas completas que sin cesar parten hacia los cuatro puntos desde los que sopla el viento […]
Este es el principio de la historia de Elisa. Sucede HACE TRES MIL AÑOS y lleva por título TIRIOS HACIA LA PUERTA DE MELCART
(Copiado de OJOS AZULES, una novela de Camargo Rain en la que se detallan algunos episodios que nos dejó el correr de los tiempos antiguos.)