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cocina española, libros divertidos, manual de fotografía, narrativa española, novela histórica, novelas de aventuras, paisajes españoles, redacción de textos
06 miércoles Nov 2019
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31 sábado Ago 2019
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amazon kindle, Camargo Rain, cocina española, narrativa española, novelas de aventuras, tarta de chocolate
A esto se le podría llamar tarta, y desde luego que lo parece. Además, aviso, es buenísimo y muy fácil de hacer.
Lo primero es cocer uno de esos bizcochos que llevan yogur:
En un cuenco se baten tres huevos, se le añade un yogur (de los normales, nada de fantasías, aunque valen todos), se bate otro poco, y a la masa resultante se le añade la cantidad de aceite que quepa en el vasito del yogur; puede ser de girasol o de oliva o mitad y mitad. Luego dos veces el contenido del vaso del yogur con azúcar, y tres con harina.
Esta masa se bate (o se mezcla bien) de forma que quede compacta y sin grumos, y a continuación se le añaden dos o tres peras (de las de agua) peladas y más o menos picadas; mejor que estén bastante maduras.
El contenido del cuenco (la masa con las peras picadas) se vierte en un molde de horno y se cuece como cualquier bizcocho: a horno no muy fuerte (a 150º sólo por debajo) durante media hora o tres cuartos. Se mira de vez en cuando y se le mete una aguja, y cuando el bizcocho aún está medio blanducho, pero la aguja sale seca, se saca del horno y se deja enfriar. Este bizcocho no lleva levaduras ni nada de eso, luego no sube y se desborda del molde ni al final queda esponjoso.
Se le deja reposar en la nevera (está mejor de un día para otro), y el día que se vaya a comer se desmolda en una bandeja, se le corta por la mitad haciendo dos partes, la de arriba y la de abajo, y sobre la de abajo se echa la mitad del relleno.
Relleno: en un cazo se funden (a fuego muy lento) dos o tres tabletas de chocolate negro (unos 300 g), a las que se añade un poquitín de agua, otro poquitín de leche y uno o dos chorros de coñac (o de ron). También se puede añadir un poco de azúcar, según se vea cómo está de amargo; para ello, se prueba esta masa.
Una vez dispuesta una buena capa de chocolate sobre la parte de abajo del bizcocho, que se puede alisar con una cucharilla, se coloca encima la parte superior procurando que no lo aplaste demasiado, y una vez montado todo, se recubre con el resto del relleno, la masa de chocolate, cubriéndolo por completo, incluidos los laterales.
En esta foto se ve cómo queda:
Parece que luce poco, pero es que el chocolate es muy oscuro y no sale bien en las fotos.
Se deja reposar en la nevera hasta la hora de comérselo, y cuando se sirva se parte verticalmente en lonchas como cualquier bizcocho. Este es el aspecto que tiene el corte…
… que parece mazapán. Si se cuece menos (que la de la imagen) queda más cremosa por dentro, que a muchas personas les gustará más.
Ya me contaréis si os habéis chupado los dedos o no.
AQUÍ y AQUÍ se habla de asuntos de cocina española, y además, si quiere ver otras cosas (libros de varias clases, aunque sobre todo novelas de aventuras), hay que ir a ESTE ENLACE.
03 viernes Ago 2018
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amazon kindle, Camargo Rain, dios conmigo, el viaje del morisco, la aventura de las luces azules, narrativa española, novelas de aventuras, novelas históricas, ojos azules
Ya podéis ir preparando el lector y la cabeza, porque si esta estación que viene, el verano, se os complica (o sea, que os deja la novia o el novio, o en el trabajo se niegan a daros vacaciones, u os meten en la cárcel o en el hospital, o llueve…, o lo que sea), siempre podéis salvar el escollo y viajar, sí, viajar, aunque sea con los ojos de la mente, que tampoco es mala forma de hacerlo. Para ello, ¿qué mejor ocupación que la de leer libros de aventuras?
A los que les gusten estos libros, y que además sean narraciones históricas, les puedo recomendar varios:
Ojos azules, que se puede ver aquí: https://www.amazon.es/dp/B072N822Q9
El viaje del morisco, aquí: https://www.amazon.es/dp/B079TBP55B
o Dios conmigo, aquí: https://www.amazon.es/dp/B018XOY7NU
Los detalles, es decir, de qué van, cuánto valen (baratísimos), quiénes son sus protagonistas y todo eso, se pueden ver en las páginas indicadas, en las que se dan toda clase de pormenores. Eso sí, y esto es de mi cosecha: son libros serios, sin tonterías.
Pero hay más (más libros de aventuras), como este, recién publicado:
Los anteriores, aparte de pertenecer al género de aventuras, son libros históricos, que podríamos decir, pero también hoy otros contemporáneos (que a lo mejor os gustan más) AQUÍ.
19 jueves Jul 2018
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Camargo Rain, cetáceos, la aventura de las luces azules, narrativa española, novela de ciencia ficción, novela futurista, novelas de aventuras, ondas telepáticas, sondas interplanetarias, telepatía
Imagínese el mundo del siglo XXI. No el de principios (la actualidad, que de sobra conocemos), sino el que se nos viene encima. El mundo de los decenios de los años 30, los 40, los 50…, al final del cuál…
(esto tiene lugar durante el solsticio de verano del año 2050, o el solsticio de verano del 50, como dice la negra: […] así que la primera noche, también la primera noche de aquel verano, el verano del cincuenta, mientras la civilización llegó a buscarnos la pasamos solos […]),
… sucede el milagro, que milagro fue y estupefactos dejó a los miles de millones de habitantes de nuestro planeta Tierra.
¿Qué fue ello? No lo desvelaré, claro está, pero allí intervinieron fuerzas de las que aún no tenemos noticia. ¿Cómo íbamos a tenerlas, si los seres que las produjeron desdeñaban a la humanidad como interlocutora? ¿Para qué nos iban a necesitar, si ya existen los cetáceos?… Y es que no somos el centro del mundo, como muchos piensan, sino una especie que, si algo no lo remedia, está dando sus últimos suspiros.
La aventura de las luces azules es la última de las novelas que voy a publicar, una narración futurista (una fantasía, por lo tanto, y una fantasía bonita), en la que se aborda el problema de la evolución (de la evolución de la materia, se entiende, que desde el big bang no ha cesado de reelaborar sus estructuras, galaxias, estrellas, seres vivos…), lejos, muy lejos de las coordenadas hoy cotidianas, toda esa anticuada e inane jerga de izquierdas, derechas y demás zarandajas con que se entretiene a las por definición acríticas sociedades actuales. Es preciso traer a colación asuntos nuevos, y pensar en ellos, pues el mundo que nos espera no se va a componer de lugares comunes y baladíes y trasnochadas frases hechas…
La aventura de las luces azules es un título que lo define a la perfección. Es una aventura, vaya si lo es –una innumerable sucesión de ellas–, y amén de otros elementos (la superficie de los continentes, sí, pero también la del océano, sus más profundos abismos y la inmensidad de los yermos espacios interplanetarios…), está aderezada por los efluvios –de los que no sabemos nada– de las ondas telepáticas, es decir, las que se supone que emiten –aunque aún no las hayamos detectado– máquinas tan complicadas como los cerebros de los animales superiores. ¿Y quiénes son los animales superiores?, se preguntará más de uno. Pues se supone que las personas… y los cetáceos. Hay más, y tampoco habría por qué circunscribirse a ellos, pero para no complicar el asunto, los personajes principales de la historia son tres: un europeo que nace el 1 de enero de 2001 –justo con el milenio–; una negra procedente de la selva caribeña y cuya mayor afición es el mar, y un cachalote del océano Atlántico; telépata, por supuesto. Entre los tres dan cuerpo a esta ingente narración –La aventura de las luces azules–, que se extiende durante 100 años y 800 páginas.
Esta no es una narración de ficción científica (impropiamente llamada ciencia ficción), puesto que aquí no se habla de ciencia (o se habla muy poco), pero que inevitablemente cuenta con elementos de ese género, como la telepatía y la presencia de inteligencias extraterrestres. Entendámonos, la presencia, que no quiere decir su aparición en escena en carne mortal, puesto que no creo que estos seres sean tan tontos como para descender a la Tierra que conocemos, y menos con la que está cayendo en la sociedad de analfabetos informáticos que caracteriza los tiempos actuales. Sin embargo, allí están, contemplándonos con estupor desde el lugar que ocupan…
La que publico ahora es la primera parte, subtitulada Allegro vivace, y luego, con intermedios de unos meses, seguirán las restantes, Rondeau, Scherzo allucinante y Andante con moto e finale.
¿Qué más quieren que les cuente?, porque podría hablar de tantas cosas… De las aventuras abisales de la negra; de los conciertos de puertas chirriantes en alta mar –puesto que la música es parte fundamental en esta historia; del astronauta perdido para siempre en órbita solar; de la bienaventuranza, especie vegetal de allende los espacios siderales; de la boda por ondas electromagnéticas y los coloquios con seres que están lejos, muy lejos… pero no diré más. El que esté interesado en leer semejante cuento, que cuento es, y provisto de colosal fantasía desbordada (es el mundo del futuro), pronto podrá hacerlo. Ya os tendré al tanto.
23 sábado Jul 2016
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amazon kindle, Camargo Rain, El Quijote, hábitos de lectura de los españoles, literatura, narrativa española, Pérez Galdós
Periódicamente se publican estadísticas sobre este asunto, y si vamos a hacer caso de lo que dicen, resulta que la población española (que es el mercado que conozco un poco) dice en un porcentaje de un 50% (todos los números que expongo son redondos) que le gusta leer, y el 50% de ellos, que lo hace habitualmente. Sin embargo, si se consultan las ventas de editoriales, esto no es cierto. Si el 25% de la población española (40 millones de personas) leyera una media de seis libros al año (que es una miseria, uno cada dos meses, y ni se aproxima a lo de habitualmente), las ventas estarían en 60 millones de ejemplares vendidos al año, lo que no se corresponde con la realidad.
Vamos a suponer que los libros pasan de unos a otros y que se venden sólo la cuarta parte, es decir, 15 millones de ejemplares. Bueno, pues tampoco. Las librerías españolas no venden esa cifra ni hartas de vino.
También están los libros eléctricos, de cuyas estadísticas me hago una cierta idea, y después de echar una ojeada en Amazon, por ejemplo, cuyos números se pueden extender al resto de portales, la cifra es aún más baja, y eso que, en general, son muy baratos. Este mercado es el que crece, y supongo que de aquí a cinco años habrá crecido mucho más.
Y en cuanto a qué se lee, la cosa va por géneros. El preferido es, con mucho, la novela puramente rosa, tipo Corín Tellado. Esto ha sucedido siempre (en la época de la autora citada, hace de 40 a 60 años, sucedía lo mismo) y no hay que extrañarse. Lo que se hace extraño, pero este es otro cantar, es que ahora invistan académicos a los superventas, cosa que no sucedía entonces.
Un género nuevo, que está empezando a tener mucho éxito, es lo que llaman new adults. ¿Y qué es eso? Pues pornografía pura y dura, novelas rosas bien trufadas de sexo explícito, y esto tampoco es nuevo, pues siempre se han hecho ediciones deleznables de novelillas para salid@s. Antiguamente se vendían en los kioscos de periódicos (no en las librerías), y el kiosquero las entregaba en bolsas de plástico para que no se advirtiera el contenido.
Otros géneros que despiertan cierta atención en los lectores son la novela de acción (estilo Marcial Lafuente Estefanía, José Mallorquí y etc., aunque estos autores escribían sobre todo del oeste) y la novela histórica.
Y de todo lo demás, ¿qué? Pues muy poca cosa, o nada. Por ejemplo, en Amazon, para su Kindle, podemos encontrar versiones de los clásicos a precios misérrimos o simplemente regalados (como El Quijote), y las cifras de ventas son muy bajas. Es verdad que este libro no es adecuado para chavales (es un libro para personas mayores, y quien diga lo contrario no lo ha leído), y algo parecido sucede con los demás clásicos, los antiguos (Séneca, Cicerón, Marco Aurelio, Plinio, Estrabón, etc.), o los más recientes, como Galdós, cuyos Episodios Nacionales (fantástica y larguísima novela del más puro género de aventuras, que de la manera más fácil, armónica y entretenida te ilustra sobre la historia de España durante la mayor parte del siglo XIX, unas 10.000 páginas en 46 libros distintos) valen 0,90 € para Kindle (lo digo en serio, no es una broma), y ahí está, sin que casi nadie se digne echarle una ojeada. No importa que Galdós sea un genio de la escritura, sino que como es uno de esos antiguos… En fin, ese es el panorama, y este el espíritu de la actual España lectora.
En definitiva, que eso de que aquí se lee… Que yo sepa, hay un 10% de personas interesadas en esto de la lectura (el resto, como resulta notorio, se dedican al zapping, el fútbol, el cotilleo y la pornografía), y de ese 10% se podría decir que sólo el 10% lee libros instructivos, quedando el 90% restante dedicado a lo más despreciable e insignificante de esta gran diversión que constituye la literatura. Pero bueno, esto tampoco es una novedad: con la música (la más bella de las Bellas Artes) o el cine, sucede otro tanto, fiel reflejo del modelo social que nos contiene.
Nota optimista: mire aquí:
https://www.amazon.com/author/camargorain